Índice de contenidos
Una de las cuestiones a las que nos enfrentamos los emprendedores de servicios es la de decidir el precio de nuestros servicios. No es lo mismo vender un producto de terceros, que vender un servicio propio, o lo que es lo mismo: Vendernos a nosotros mismos
Evidentemente la confianza en uno mismo y en nuestro servicio es un aspecto clave para darle un valor alto, ya lo hemos hablado en otras ocasiones. Sin embargo, hoy quiero omitir la cuestión de nuestra propia confianza y autoestima y voy a centrarme en cómo mejorar el valor, es decir, el precio de nuestro servicio siguiendo unas sencillas reglas.
Ley de oferta y demanda
Seguro que has oído hablar de esta ley, lo cierto es que es muy importante a la hora de saber establecer precios de nuestros servicios. Por si acaso, voy a explicar esta ley muy rápidamente.
Si en un servicio existen más vendedores que compradores, significa que hay más oferta que demanda, por tanto, mayor competencia y precios más bajos.
Por el contrario, si existen más compradores que vendedores, significa que hay más demanda que oferta, por tanto, exclusividad y precios más elevados.
Queda claro que nos tenemos que enfocar en crear más demanda para poder ser más exclusivos y poder pedir precios premium. Muy bien, ¿Y cómo se hace eso? Te cuento varias formas.
Sé un experto en lo tuyo
Parece obvio, pero pocos lo hacen. Los emprendedores en muchas ocasiones tenemos el mal del “hombre orquesta”. Queremos hacerlo todo nosotros solos: redes sociales, página web, artículos del blog, vídeos en youtube… y nos olvidamos del corazón de nuestro negocio.
Si eres coach, deberías pasarte el 80% de tu tiempo haciendo coaching, en lugar de vídeos en Youtube. Calcula el tiempo que le dedicas realmente al expertise de tu negocio y te sorprenderás, para mal.
La experiencia se gana a base de “horas de vuelo”. Bruce Lee dijo: “Yo no temo al hombre que sabe dar 10.000 patadas diferentes, temo al que ha lanzado una misma patada 10.000 veces”
Conviértete en experto en lo tuyo y podrás dar un valor que casi nadie da. El resto de tareas que necesita tu negocio, delégalas, contrata profesionales contrastados que puedan ayudarte. ¿Cuesta dinero? Sí. También te cuesta dinero andar disperso en tu negocio y no enfocarte en lo importante.
No vendas servicios, vende experiencias
Piensa en grandes marcas:
- Coca Cola no vende refrescos, vende felicidad
- Amazon no vende productos, vende comodidad
- Ikea no vende muebles, vende bienestar en el hogar
- Apple no vende tecnología, vende exclusividad
Sea cual sea tu servicio, no puedes enfocarte en el propio servicio, sino en el beneficio del cliente. Para eso necesitas conocer quién es tu cliente ideal, indagar en sus necesidades y poder brindarle soluciones que él necesita.
Conectar con tu cliente es lo que te hará destacar y poder subir el valor de tus servicios. Si no lo haces, serás uno más… y ahora hablaremos de esto.
Sé música entre tanto ruido
Existe mucho “ruido” en el mercado, cantidad de profesionales venden sus servicios y eso nos vuelve locos a los consumidores… ¿en quién confiar? Todos parecen lo mismo…
La única manera de generar confianza con las personas es poder mostrarles quien eres y cuál es tu trabajo. Hay distintas maneras de generar esa confianza: Mostrar testimonios de clientes anteriores, ofrecer una demo de tu servicio, crear una base de datos de personas que vayan conociendo tu trabajo a través de contenido de valor para ellos, etc…
Como ves, todo esto no es algo rápido. Un negocio no puede ser rápido si quieres que sea próspero. Todo lleva su tiempo aunque siempre con enfoque, claridad y estrategia.
Con mis clientes siempre trabajo una estrategia global para poder desglosarla en pequeños planes de acción. Sea cual sea tu negocio, piensa en definir una sola estrategia entre las 4 principales que existen.
- Llevar tráfico de personas a tu negocio
- Convertir esas personas en clientes
- Fidelizar esos clientes en preescriptores
- Optimizar tus recursos y procesos